Análisis del Liderazgo Verdadero en Oposición al Dictador

Autor: José Batista




La Convicción de una Visión

Tratar de poner ejemplos para probar una visión, es querer forzar a las personas a que tengan una visión de algo que no tienen en sí, y ya por esto deja de ser visión.

El líder no común es aquel que es dirigido por el amor que produce el encuentro con la necesidad sentida de la gente hacia una nueva etapa. Es el punto donde se reconoce que lo que existe no está funcionando para lo que fue diseñado, que la justicia como elemento básico de la esperanza en la equidad no produce los frutos deseados.

En ese punto el ser humano comienza a desear algo diferente, y ese algo se transforma en frustración, cuya intensidad produce una energía latente de cambio.

Quien en ese momento captura ese deseo inconsciente de la gente y se lo convierte en una visión de acción, se hace un líder o un dictador.

El líder: Es aquel que movido por el amor busca una salida a ese estado de cosas, que traza un plan de acción para suplir las necesidades sentidas y no sentidas.

El dictador: Aprovecha las circunstancias para cristalizar su deseo de poder y satisfacer su carencia de desarrollo en la necesidad sentida de la gente. La suma de la necesidad sentida de la gente es aquello que tiende a llenar el hueco de su vacío personal de desarrollo.

Tanto el líder como el dictador emergen del mismo punto: Capturar la necesidad sentida de la gente.

Tanto el líder como el dictador se hacen símbolos: Encarnan la rabia y el dolor de la gente.

Tanto el líder como el dictador crean el lenguaje: Comunican a la necesidad inconsciente.

Tanto el líder como el dictador no pueden ser comprendidos: Son los creadores de nuevas teorías.

Tanto el líder como el dictador son impredecibles: Actúan por la intuición que produce la necesidad sentida.

Tanto del líder como del dictador emana una atracción que redefine la belleza en la forma: Encarnan la belleza de la esperanza.

Tanto al líder como al dictador los hace el pueblo: Les conceden la autoridad sobre su destino.

Tanto el líder como el dictador son populistas: Al líder esto lo reafirma en la visión, y al dictador en sus apetencias.

La diferencia entre ambos está en el propósito de su acción: En el líder es el amor; en el dictador es el ego.

En el líder es la visión; en el dictador es su capricho.

En el líder es que las gentes se apoderen de la visión que ellas tienen; en el dictador es apoderarse de la visión.

En el líder es multiplicarse; en el dictador es eliminar todo sustituto.

En el líder es el deseo de que la visión se cumpla; en el dictador es el deseo de ser reconocido, de ser temido y de ser recordado.

El líder lucha por la realización de la esperanza; el dictador marchita la esperanza.

En el líder el populismo es necesario para el apoyo de la visión, pero abre oportunidades hacia la autosuficiencia; en el dictador el populismo es elemento de control, y crea codependencia en las dádivas.

Estas consideraciones pueden ayudarnos a identificar la realidad que se encuentra latente cuando hay movimientos de cambios, y a evaluar las emociones sentidas, porque son estas las que crean la realidad visible, la que vemos en los líderes. Ellos la capturan, la hacen visión, la hacen plan. Nosotros tan sólo somos atrapados en nuestras necesidades o liberados por nuestros principios. Pues cuando un líder sin valores captura nuestras necesidades, el camino es hacia la destrucción.

EXAMEN PRELIMINAR PARA EL LÍDER

a. ¿Cuál es y de quién encarnas la necesidad sentida?
b. ¿El plan nace de tu visión o de la visión que se deriva de la necesidad inconsciente de la gente, capturada por ti?
c. ¿Eres el líder de la gente o de la visión de la gente?
d. ¿Eres el líder o hay otros líderes como tú?
c. ¿Eres la respuesta o el impedimento a la salida futura?
f. ¿Te gozas con el pueblo, te alabas o celebras los logros de la gente?

LOS PRINCIPIOS QUE RIGEN AL LÍDER NO COMÚN

Él es quien encuentra la visión en la necesidad de la gente, sentida o no.

Una visión es el ver el estado final de un esfuerzo. Es verlo totalmente realizado en el tiempo, y con capacidad de disfrutarlo desde el inicio.

La visión se forma como un deseo inconsciente de que algo toma una nueva forma, pero no es comprensible a los sentidos, no obedece a las reglas que guían el comportamiento presente.

Uno de los graves errores en gerencia, administración, mercadeo y política, es pensar que las leyes que gobiernan el pensamiento de la realidad creída pueden ser aplicadas cuando emerge una visión. Es por eso que cuando se trata como políticos a personas como Hugo Chávez, Hipólito Mejía y Vicente Fox, se entra en el error de estrategias para neutralizar, y estas estrategias se convierten en combustibles que avivan la llama de los originadores de la visión.

Esos originadores no entienden que sus frustraciones van creando un símbolo al cual buscará inconscientemente la gente y, por eso, cuando aparece ese símbolo, mientras más los atacan, más la gente se siente golpeada; sus frustraciones se elevan y sus deseos de castigar a los mantenedores del estatus, aumentan.

La visión es crear una imagen que satisfaga la necesidad sentida de la gente –no es un proceso racional, es un proceso intuitivo– no es del intelecto, es del amor –en el verdadero líder–.

El peligro grande es que la gente ve la visión en el líder, no en sus necesidades, y eso es lo que aprovecha el dictador.

VISUALICE EL ESTADO FINAL DE LA VISIÓN

El estado final de una verdadera visión es el apoderamiento de la gente a tomar el control sobre su propio destino, es eliminar la codependencia: El líder que no puede crear su propio final, crea el final de la visión.

El estado final de una visión es liberar a la gente de la emoción que la mantiene atrapada y crear una nueva etapa de su desarrollo hacia la autosuficiencia, que la haga consciente de su libertad, y que nadie pueda volver a despojarlo de su autoridad.

La visión comunica el deseo de libertad, de dignidad e integridad de la gente. Póngala en una declaración simple que apele al sentido de autoridad de la gente en obtener su propia respuesta, en trabajar sobre su propio compromiso. Es crear para que la gente conozca y pueda hacer lo que "es correcto", lo que se le ordena simplemente; es entender que la justicia está en el carácter, no en los libros de leyes, reglas y procedimientos. Es que la gente pueda ver su conducta reflejada en la visión.

Tomado del libro: "UN CONTINENTE EN BUSCA DE UN LÍDER".


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